30 años de conservación | Reserva de la Biosfera Maya

Con 2.2 millones de hectáreas, la Reserva de Biosfera Maya (RBM) se convierte en el área protegida más grandes de Mesoamérica, en la que durante los últimos 30 años se ha promovido la conservación y gestión sostenible de los bosques.

En 2019, por primera vez desde que se dispone de datos, la Reserva de la Biosfera Maya registró una ganancia neta de bosque, ya que, de las mil 88 hectáreas de bosque recuperadas, el 34% se encontró en cinco concesiones forestales comunitarias.

Según Acofop, la RBM forma parte del Corredor Biológico Centroamericano, indispensable para el balance climático de la región y de vital importancia para la mitigación de la crisis climática.

Por su ubicación al norte de Guatemala, rodeada por las fronteras con México y Belice, la reserva está expuesta a actividades ligadas al tráfico de drogas, la tala ilegal, los monocultivos, la ganadería extensiva y los incendios forestales, por lo que el manejo de los bosques a cargo de las comunidades es indispensable para salvaguardar la reserva.

“Se necesita otra estrategia además de las concesiones -aprovechamiento de madera y recursos de la selva-, pues yo no estoy de acuerdo con que se estén cortando selvas”,

dijo Romero.

  • En 1990 se crea la Reserva de Biosfera Maya, el área protegida más grande de Guatemala, administrada por el Consejo Nacional de Áreas Protegidas.
  • En 1995 nace el Consejo Consultivo de las Comunidades Forestales de Petén.
  • En el 2000, Acofop logra la gestión comunitaria de más de 500 mil hectáreas de bosque, en la  Zona de Uso Múltiples de la RBM.
  • En el 2006, se crea el programa Guatecarbon, pionero a escala mundial en la estrategia de Guatemala para luchar contra el cambio climático.
  • En el 2022, expira la primera concesión forestal comunitaria de Petén

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