¿Se quiebra la cabeza para preparar las loncheras?
Parece una tarea titánica sin importar si es para los más pequeños o para los adultos. Sin embargo, llevar la lonchera durante el día es una opción que ayuda a comer en forma correcta y podría convertirse en la gran aliada de todos en casa.
A diario es necesario consumir alimentos de todos los grupos alimenticios. El valor calórico de una refacción tiene que ofrecer entre 10 y 15% de los requerimientos diarios y en ocasiones la lonchera debe ir para más de un tiempo de comida por las jornadas largas que representan los estudios o el trabajo.
Una lonchera bien preparada estimula a comer mejor y ayuda a mantener los buenos hábitos. La lonchera debe tener alimentos que dan energía (carbohidratos y grasas como pan y semillas) y aquellos que les ayuden a construir su masa muscular y a reparar tejidos (proteínas entre las que se encuentran las carnes, champiñones y lentejas), más vitaminas y minerales (variedad de frutas y verduras). Uno de los grandes secretos para lograrlo es un menú variado y colorido.
¿Tiene duda si lo hace correctamente?
La asesoría nutricional es indispensable si está confundido sobre cómo integrar de forma equilibrada su lonchera. Ana María Vidaurre, nutricionista que trabaja dentro del enfoque de medicina integrativa, comenta que los adultos representan una guía importante cuando hay niños en casa. Es vital reconocer que el círculo familiar es más sano cuando se practican hábitos saludables.
No cumplir con las recomendaciones de los expertos representará malestares o desbalances, menos energía para las actividades y a largo plazo un riesgo para la salud. La organización incluye planificar las compras para seleccionar los mejores alimentos y contar con opciones adecuadas, de la manera más natural posible.
Si se le complica la organización busque información en la Red, adquiera libros o reciba cursos especializados en loncheras, hoy existen distintos recursos a mano y en las redes algunas cuentas tienen ideas interesantes.
También es vital pensar en los recipientes que utilizará. Estos deben ser seguros y prácticos en donde no se complique abrirlos, en especial para los más pequeños.
La chef Rosamaría Hurtarte recomienda utilizar loncheras térmicas para asegurar que los alimentos no pierdan su frescura. Para ello también es importante utilizar un gel refrigerante que mantenga fría la lonchera.
En el caso de los refrescos lo mejor es que sean naturales y vayan congelados para que no se descompongan y a media mañana estén frescos. De lo contrario podrían consumirse en estado de descomposición, lo cual no es agradable, dice la chef.
De esta manera se puede enviar vegetales cortados en trozos o julianas, tomatitos cherrys, fruta cortada o fácil de comer o pelar como manzanas, peras, fresas y mandarinas, además de sándwiches, semillas, yogurt o cereal, por mencionar algunas de las opciones.
¿Comer diferente?
En ocasiones, es probable que un niño tenga ciertas condiciones especiales en su alimentación. ¿Cómo actuar y apoyarle en ese desafío?
Existen situaciones como alergias, diabetes tipo 1, problemas de los riñones, entre otras, que provocan que los menores de edad lleven una alimentación con mayores cuidados, en la que se eviten algunos o se requiere de un monitoreo de porciones a consumir.
El médico Raúl Sigüenza expresa que es importante que los padres conozcan a profundidad las necesidades de los hijos y se documenten al respecto. Esto permitirá que los orienten mejor.
Involucre a sus hijos en las compras para que sientan su participación en las decisiones del menú que consumirán durante la semana.
En familia es positivo conversar sobre los nuevos parámetros de alimentación y aprender juntos a llevarla. En casa coloque en un lugar visible información para que todos aprendan la nueva dieta.