¿Puede un candidato construir una campaña ganadora en 3 meses?
La batalla por alcanzar la Presidencia de la República, así como la mayoría de las diputaciones al Congreso de la República (160), Parlamento Centroamericano (20) y alcaldías municipales (340) comenzará en menos de dos meses y los partidos políticos, tanto los que participaran por primera vez, como los que ya han corrido otras veces, deberán sortear varios desafíos.
Guatemala no es el único país cuyo sistema electoral otorga solo tres meses de campaña electoral. El informe Estudios Electorales en Perspectiva Internacional Comparada, editado en México, indica que en América Latina 18 países limitan esta etapa a tres o cuatro meses. Incluso en nuestro país, la Ley Electoral de Partidos Políticos (Lepp), antes de sus reformas, establecía cuatro meses, pero no era respetado.
Según el profesor de semiología Ramiro Mac Donald, una de las estrategias más poderosas que deben emplear las organizaciones políticas para atraer votantes es presentar binomio presidencial porque esta pareja es la punta de lanza de cualquier partido político. “De ahí la imagen baja a los diputados y los alcaldes”.
El también profesor universitario considera que los partidos nuevos, que comienzan de cero, tienen la gran ventaja de que, por no haber participado antes, no se ha desgastado, contrario a los que ya en estado en otros eventos electorales que les han generado un anti voto. “Los nuevos posicionan una imagen de frescura y novedad”, afirma.
Para triunfar en las elecciones también será clave la estructura organizativa que las instituciones tengan en los 23 departamentos, porque será la encargada de replicar los mensajes del partido y sus candidatos. “Esa maquinaria debe estar bien aceitada para trabajar los tres meses de campaña”, afirma el docente universitario.
Planteamientos serios y breves
Según el analista político Juan Callejas, debido a que cuentan con tan solo 90 días para convencer al electorado los partidos nuevos y antiguos, deberán hacer planteamientos breves y serios, tanto en los medios de comunicación, redes sociales y mítines. Deben ser muy creativos para dar a conocer sus planes de trabajo”.
Callejas considera que otro de los grandes retos es tener una estrategia clara para explicar a la juventud su proyecto político, porque este sector está consciente e informado a través de las redes sociales y “les va a solicitar – a los políticos- más y mejor información. Demandarán respuestas sobre temas de seguridad, salud y educación, así como de relaciones internacionales, a raíz de los problemas recientes con las Naciones Unidas”.
En cuanto a los partidos nuevos, Callejas considera que entran con ventajas y desventajas en ambos sentidos. Ingresan con poco conocimiento y baja percepción entre el electorado, pero eso también es ventaja porque es un valor positivo. “El problema que enfrentarán es el poco tiempo para posicionar su logo y candidatos, y será vital cómo plantean sus ideas para resolver los problemas de país”.
En lo que no duda Callejas es que las organizaciones deberán correr para ganar la confianza del electorado. “Es en este detalle donde veo el éxito o fracaso de los partidos, pues deben correr y explicar claramente, sin irse por las ramas y con responsabilidad, sus verdaderos planteamientos”.
“En el pasado daban respuestas que acomodaban de acuerdo a lo que quería escuchar la gente, ahora deben explicar con contundencia la manera en que van a resolver los problemas y cómo van a obtener los recursos, y para ello cuentan con los pocos espacios que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) les va a otorgar, de manera equitativa en los medios de comunicación”, apunta Callejas.
Credibilidad del mensajero
El publicista de Pancho& Asociados, Francisco García, considera que esta campaña no será de “danza de millones en publicidad”, sino que se tratará de una contienda de estrategias inteligentes y muy creativas. “Esta vez será tan importante el mensajero (candidato) como el mensaje (propuesta). Si el mensajero no goza de credibilidad, tampoco lo será el mensaje, deben ser congruentes”.
García también está convencido de que la infraestructura será vital en esta contienda, pues será una campaña de mucho conocimiento y presencia, más que de publicidad, debido a que las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos (Lepp) ordena al TSE otorgar publicidad limitada. “El partido deberá tener de todo un poco y esperar que la población crea en lo ofrece el candidato, que tenga mucha credibilidad”.
Haroldo Herrera, experto en Comunicación Estratégica e Imagen Institucional, coincide con García pues afirma que en los próximos meses el reto será muy intenso y estratégico, pues el reto no solo será de competir contra otros partidos políticos y candidatos, sino que “en demostrar que se es diferente y romper los viejos esquemas y paradigmas para no ser ‘más de lo mismo’”
Maximizar lo mínimo
Brenda Sanchinelli, experta en imagen, considera que los tres meses de campaña son insuficientes para levantar la imagen de un partido político nuevo, así como la de un candidato, porque durante ese lapso la gente no puede llegar a conocerlos. “La mayoría, prácticamente, deberá comenzar de cero, a excepción de la Unidad Nacional de la Esperanza.
Sanchinelli asevera que debido a las limitaciones de publicidad que impone la Lepp, los partidos tienen que maximizar el uso de las vallas publicitarias, los mensajes en la radio, televisión, prensa y las redes sociales. “El tiempo es muy limitado por lo que los líderes comunitarios deberán replicar la información de los partidos”.
Sanchinelli considera que la campaña también dependerá de las propuestas de los candidatos, pues en la actualidad las más agresivas son las ganadoras. “En los últimos años han triunfado los candidatos que expresan posiciones innovadoras, polémicas y extremas, para que los volteen a ver como lo hicieron Donald Trump y Jair Bolsonaro”.
En síntesis, se esperaría que la campaña estuviese saturada de mensajes cortos y contundentes, donde se planeen soluciones a la problemática nacional, pero los comandos de campaña deberán ser muy creativos para dar a conocer sus ideologías y programas de Gobierno en tan poco espacio que cuentan en los medios de comunicación. “Levantar la imagen de un partido político o su candidato en tan solo tres meses parece imposible; sin embargo, en la realidad puede suceder lo contrario”, afirma Herrera.